lunes, 6 de septiembre de 2010

Todo el tiempo, Mario Levrero





Fundación Proa Domingo 5 de septiembre en el marco de Filba,


"Levrero invisible"


Pablo Casacuberta, Felipe Polleri, Marcial Souto y Guillermo Piro


Jorge Mario Varlotta Levrero tenía 27 años cuando se editaba “Strawberry Fields Forever”, el single de Los Beatles cuyas estrofas escogería para encabezar este libro. Hasta ese momento se había negado a escucharlos. Desconfiaba de las modas. Pero una tarde, comprando cigarrillos en un quiosco, se demoró un instante más de lo necesario con el cambio, lo suficiente para escuchar: Let me take you down, ‘cause I´m going to Strawberry Fields… nothing is real… La fascinación fue inmediata. “Nada es real”, dijo en los últimos años. “Sólo el amor y la muerte, pero de la muerte no estoy tan seguro”. En 2004 se marchó para siempre, sin aclarar el Misterio. Dejó más de veinte libros que no hacen otra cosa que alimentar esta confusión. En los tres relatos que componen Todo el tiempo acaso se encuentre una respuesta a aquel Misterio. Pero ocurre a veces y nunca es posible reproducir la experiencia. Se trata de tres relatos, pero que tal vez podrían ser uno solo, una antigua y bella pieza de porcelana que por descuido alguien ha dejado caer al piso. Los personajes se proyectan unos sobre otros, los tiempos se mezclan, la realidad es observada a través de un espejo que proyecta oscuros y confusos reflejos. Los fragmentos están delante de nuestros ojos, pero no encajan: cualquier intento es en vano. Sin embargo, al mirarlos por separado, volvemos a creer que forman parte de ese antiguo jarrón. En su posible figura, en el dolor que nos produce su belleza anhelada, encontramos un aire familiar que creíamos perdido para siempre. El recuerdo de la totalidad de la que alguna vez formamos parte. He aquí la condena y la esperanza que guardan estas páginas.


Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo, la novela de Mario Levrero que Mondadori publicó en Octubre. El texto inicial del libro, que hace las veces de prólogo:
Exordio. Nick Carter y los apuros de un lord.
Agarrado de la soga, mis pies golpearon y rompieron el enorme vidrio de la puerta-ventana del bungalow de Lord Ponsonby; mi cuerpo atravesó esta puerta- ventana y fui a aterrizar blandamente, a las cinco en punto de la tarde, junto al sillón donde el Lord levantaba ceremoniosamente su taza de té.
—¡Cristo! —vociferó, dando un salto. Y luego, al reconocerme—: ¿Es usted, Carter? ¿No tenía otra manera de…?
Me dejé caer en el otro sillón. Mi taza de té estaba servida. Me sentí un poco ridículo. Lord Ponsonby volvió a sentarse; no había derramado una sola gota de su té. Tinker, mi ayudante, se movió inquieto en el interior del bolso de mano. Aflojé los cordones para que pudiera asomar la cabeza y respirar con mayor comodidad.
—A veces no puedo contener mi exhibicionismo —expliqué al Lord, levantando yo también la taza para llevarla a mis labios—. Créame que lo siento.
Hubo una pausa para saborear el té. Lo encontré excelente.
—Vea, Carter —dijo luego el Lord—, iré derechamente al grano. Necesito sus servicios.
Asentí. Por detrás del Lord, mi imagen satisfecha se reflejaba en un enorme y hermoso espejo que duplicaba el salón.
—Lo sabía —comenté—. Este era otro motivo para entrar así en su casa, Lord. Quería demostrarle mi excelente estado físico, mi pujanza…
—No era necesario.
—Gracias.
—Ahora, preste usted atención, por favor, Carter. No puedo darle mayores detalles, porque ignoro casi todo. Pero me consta que algo se va a producir, y muy pronto, en el Castillo. Como usted sabrá, el Castillo…

Nick Carter es un detective looser que tiene que salvar al mundo. Nick Carter –que se divierte mientras el lector es asesinado y el autor agoniza- parece proceder de modo similar a la relación que Mario Levrero tiene con la literatura. Mis detractores opinan que utilizo más la inteligencia que la perseverancia, y creen ver en ello una grave defecto”. De alguna manera, ese cruce deductivo/inductivo de Carter parece una analogía de la estética levreriana: la inteligencia más que la perseverancia, el estilo -innegociable- por sobre la “claridad”.
Nick Carter (se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo) es una gran novela de “género” descentrada. Una novela donde -desde el título- se mata al autor y al lector, y ambos se resisten a asumir su rol. Porque en Levrero siempre el cómo es más que el qué...


Y aquí el prefacio en el que Mario Levrero cuenta cómo se originó La novela luminosa. Tan extenso para leer en el monitor, como imperdible...

No estoy seguro de cuál fue exactamente el origen, el impulso inicial que me llevó a intentar la novela luminosa, aunque el principio del primer capítulo dice expresamente que este impulso procede de una imagen obsesiva, y la imagen es suficientemente explícita como para que el lector pueda creer en esa declaración inicial...

10 comentarios:

  1. Interesante.

    Vamos a ver si lo encuentro en mi librerìa de segunda mano.

    Si no, espero.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. ROCH GENIAL!!!!!!!!!!! ESTE TIPO ME ENAMORÓ Y ME LO LEÍ EN DOS DÍAS PORQUE NO PODÍA PARAR.
    TIENE UNA SIMPLEZA PARA CONTAR. PERO A LA VEZ SUS TEXTOS SON INTELIGENTES Y COTIDIANOS.
    UN NUEVO ESCRITOR EN MI BIBLIOTECA.
    ESTABA UN POCO ARREPENTIDA Y CON CULPA POR GASTAR EL OTRO DÍA LA PLATA PERO HOY SE QUE VALIÓ LA PENA

    ResponderEliminar
  3. Me encantan los detectives loosers.
    Son fascinantes.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. ¡ Gracias por dejar un pensamiento en mi apartamento ! Me doy una vuelta por aqui y veo cuánto amas los libros, yo siento lo mismo , me gusta la cita de que hay algo mágico en comprar libros..No puedo leerlos pero la presencia de los libros me ayuda..." ¡ Sin duda, mi biblioteca se cae..! Pero yo sigo.

    Un saludo :-)

    ResponderEliminar
  5. No conozco al autor, pero sin duda tras tu entrada, parece talmente recomendable.

    ResponderEliminar
  6. Me gusta descubrir nuevos autores :)

    Muchísimas gracias por dejar tu huellita en mi blog y me alegro que te gustara :)

    Un besito color púrpura

    ResponderEliminar
  7. Imágenes obsesivas... pero que nos hacen vivir a un ritmo diferente... Siempre un placer pasar por aquí.

    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Si le dedicas tres post, habrá que leerlo. ¿Qué se lee cuando se está cansada de no encontrar qué leer? Tengo crisis como lectora, seguro podrías ayudarme...

    ResponderEliminar
  9. GAUCHO, ¿COMO LE FUE? YO ANDO BUSCANDO CIUDAD Y PARIS...
    COMO SE PORTARON LOS LIBREROS ROSARINOS ;)

    LULU, ¡DEBE CONTINUAR SUMANDO TITULOS!

    TORITO, UD DEBERIA LEER A CARTER...

    ABRIL, SU APARTAMENTITO PARISINO ES UN PLACER. COINCIDO CON SU IDEA, POR MAS QUE NO EXISTA EL TIEMPO PARA LEERLOS, NECESITO SABER QUE LOS LIBROS YA ESTAN CONMIGO.

    ALMA, ES ABSOLUTAMENTE GENIAL.

    NIÑITA, DE ESTE NO SE ARREPENTIRA. LE RECOMIENDO "DEJEN TODO EN MIS MANOS" QUE FUE CON EL QUE CAI A SUS PIES.

    HIPERION, Y A MI ME ALEGRA QUE UD. PASE.

    PACIENTITA, INDEFECTIBLEMENTE BORGES, LEVRERO ¿Y UD QUE TIENE UNA ONDA MUY WOOLF? LE GUSTA SU VILA MATAS? ADORE "DUBLINESCA"...

    ResponderEliminar
  10. que tal? hace poco mi mama, argentina compro una casa en colonia, siendo entreriana siempre se cruzaba a uruguay y un avez q se jubilo cuplio su sueño, una casa con habitacione stipo posadita, averiguando descubrio q esa casa fue de mario levrero, que alli vivio con una mujer su hijo y un perro. desde q supo eso nos fuimos interiorizando en su obra, imprimiendo fotocopias sobre su vida para q cuando venga el viajero sepa quien fue, proq realmente nos apasiono,. queria mso saber si hay alguna fundacion o talleres de el para poder conectarnso gracias. conycedres@hotmail.com

    ResponderEliminar